Bases de Maquetación Web: Guía para Trabajar con Fuentes en CSS 🚀

Cuando empiezas a maquetar sitios web de forma consecutiva, te das cuenta de que muchos diseños comparten similitudes, especialmente si usas “Lorem ipsum” para llenar los espacios vacíos. Sin embargo, hay cuatro elementos clave que hacen que un sitio se sienta realmente único: el layout, los colores, las proporciones y las fuentes. Su importancia es crucial, y en este artículo, te daré algunos consejos básicos para manejar las fuentes en CSS.
Colores y Tamaños de Fuentes: La Clave del Branding
El color es un distintivo fundamental del sitio, ya que refleja la identidad de marca. Para maquetar de forma efectiva, te recomiendo analizar los títulos, subtítulos y párrafos para identificar todos los colores y tamaños de fuente que se utilizan. La mejor práctica es guardar estos valores en variables de CSS. Esto no solo facilita la creación de clases CSS generales, sino que también agiliza los cambios futuros, asegurando que tu maquetación web sea consistente y fácil de mantener.
Confía en tu Instinto de Diseñador
Es común que al terminar una maquetación, notes que la fuente no se ve exactamente como en el diseño. Quizás se ve un poco más grande o más pequeña. La primera reacción podría ser pensar: “así estaba en el diseño, así se queda”. Aunque esto parece sensato para evitar problemas, a menudo resulta en la primera corrección del cliente: “la fuente no tiene el tamaño correcto”. Si tu instinto te dice que algo no cuadra, confía en él y ajústalo en el momento. Corregir estos detalles a tiempo te ahorrará regresos innecesarios al código.
Crea tu Biblioteca de Fuentes Personal
A menudo, los clientes te entregarán diseños con tipografías web muy específicas que no están en Google Fonts, sino en plataformas como Adobe Fonts o en archivos .ttf
subidos directamente por el diseñador. Mi consejo es que, una vez que consigas estos archivos, los guardes en un repositorio personal de fuentes. Una biblioteca propia te será de gran utilidad en futuros proyectos personales o cuando necesites una tipografía poco común.
Promueve la Consistencia y la Jerarquía Tipográfica
Un error común, especialmente con diseñadores sin experiencia en diseño web responsive, es ver valores de fuente inconsistentes. Por ejemplo, un título de sección con un tamaño de 35px y otro en la misma página con 37px. Aunque pueda parecer un ajuste estético, rompe con la armonía visual y la jerarquía tipográfica. La clave no es que todas las fuentes tengan el mismo tamaño, sino que respeten una jerarquía y un propósito claros. Mantener una consistencia en los tamaños de fuente para los mismos elementos (títulos <h1>
, subtítulos <h2>
, etc.) mejora la experiencia de usuario y hace que tu maquetación se vea profesional.
Conclusión
Dominar el manejo de las fuentes es fundamental para cualquier desarrollador web. No se trata solo de elegir una tipografía bonita, sino de entender su propósito dentro del diseño: la jerarquía, la consistencia, y su impacto en la identidad de marca. Al aplicar estos consejos, desde el uso de variables en CSS hasta la creación de tu propia biblioteca de fuentes, no solo mejorarás la calidad visual de tus proyectos, sino que también optimizarás tu flujo de trabajo y reducirás las correcciones. Recuerda, las fuentes no son solo texto; son una parte vital de la experiencia de usuario que diferencia un sitio funcional de uno memorable.